Innovación basada en la evidencia

La evidencia proviene de la realidad, de su escrutinio minucioso en búsqueda de resultados, de impactos positivos de las intervenciones realizadas. Por lo tanto querer basar con evidencias la innovación u otras tareas en ámbitos como la medicina, la educación, el diseño, la gestión y la política, debe ser, en principio, algo deseable o, al menos, preferible.

Sin embargo, por definición, las prácticas basadas en la evidencia establecen un espacio cerrado (validado) en el que no cabe la innovación (¿la improvisación?) o lo que esté fuera de lo convencional.

En ocasiones se espera de la innovación la obtención de grandes beneficios y no siempre se gestiona como un proceso que empieza en la generación de ideas, continua con el prototipaje, el desarrollo, los análisis de mercados y del comportamiento esperado de los consumidores y usuarios y termina en la implementación de alguna de ellas…

La innovación requiere asumir algunos riesgos. Así, por su propia naturaleza, es algo nuevo y no probado; por lo tanto no es razonable exigirle que esté basada en evidencias.

En realidad, la innovación basada en la evidencia tiene sentido sustentándose en la exploración y mapeo de cuantos conocimientos, experiencias (exitosas o no), etc. hayan llegado al mercado o a la población.

Innovació basada en la evidencia

Precísamente, la innovación requiere verificar la no existencia previa de una solución equivalente. En este sentido, un análisis más profundo nos llevaría a la diferenciación entre innovación disruptiva e innovación incremental.

Vamos ahora a detallar algunos sectores de los que hablábamos antes:

MEDICINA

En el caso de la medicina basada en la evidencia (MBE) se trata de poner el énfasis en los resultados (en la investigación de los mismos) para reducir incertidumbres, explicar variaciones en la práctica médica aparentemente arbitrarias y mejorar la efectividad de la práctica clínica y la eficiencia del sistema sanitario, incluyendo la contención de costes y la difusión y mayor facilidad para acceder a la información.

En la gráfica podemos ver los distintos niveles de evidencia disponibles.

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El impacto real de la MBE en un sistema sanitario depende de quién y cómo compra servicios sanitarios, de la disponibilidad de información sobre la evidencia y de las distintas perspectivas y preferencias de los actores implicados: ciudadanos, usuarios, profesionales, organizaciones sanitarias y política sanitaria.

EDUCACIÓN

La innovación en Educación proviene de múltiples frentes: en el modo de organizar y gestionar los sistemas y organizaciones educativas, en las técnicas de instrucción empleadas, en el modo como se reclutan, preparan y recompensan los profesores, etc.

En el sector educativo se acumula una historia de intervenciones ineficaces e incluso perjudiciales para los estudiantes. Entonces, ¿Cómo se pueden promover prácticas no probadas? ¿Y cómo se puede animar a los innovadores a iniciar el desarrollo de una base de datos de sus prácticas para que con el tiempo su escrutinio demuestre su efectividad?

La necesidad de incorporar innovaciones en educación parece ser una fuerza suficiente en algunos países, como Holanda, para impartir en la Universidad de Maastricht un máster en Innovación basada en la evidencia en la enseñanza.

GESTIÓN

En el mundo de la gestión basada en la evidencia nos podría dar la sensación de que los gestores acostumbran a tomar sus decisiones precisamente así, pero la realidad es que a menudo están influenciadas por el miedo o la esperanza o la intuición, o por lo que están haciendo otros, o por lo que ha funcionado anteriormente, etc., así que previamente a las decisiones los gestores deberían reconocer sus puntos ciegos (donde no disponen de la información oportuna), sus prejuicios, la (in-)correcta interpretación de los datos, y dejar de basar sus decisiones más en el estatus (confianza) que en los hechos (evidencia).

POLÍTICA

La política basada en la evidencia (PBE) pretende añadir aprendizaje basado en la realidad al proceso político tradicional. Su algoritmo más característico es la incorporación de propuestas alternativas a la política existente que se desea reformar, añadiendo por anticipado cuando se considerará un éxito o un fracaso y evaluando los resultados obtenidos.

La tesis que contiene es la de considerar que la evaluación de las políticas públicas es, en realidad, una actividad de innovación social intencionada.

La Innovación social puede entenderse como el desarrollo e implementación de nuevas ideas, productos, servicios, modelos, que den respuesta a las necesidades sociales y creen nuevas relaciones sociales o colaboraciones en respuesta a las demandas sociales.

Si queréis saber más…

Brandt, R. et al. (2010). Design Informed: Driving Innovation with Evidence-Based Design.

Comisión Europea: Guía para la innovación social.

DiCenso, A. et al. (2009). Accessing pre-appraised evidence: fine-tuning the 5S model into a 6S model. Evidence Based Nursing 12(4): 99-101.

Haynes, R.B. (2006). Of studies, syntheses, synopses, summaries, and systems: the «5S» evolution of information services for evidence-based health care decisions. ACP Journal Club 145(3): A8-A9.

Maastrich University: Máster en Innovación basada en la evidencia en educación

Muir Gray, J.A. (1997) Evidence-Based Healthcare: How to Make Health Policy and Management Decisions. Churchill Livingstone.

Sackett, D.L. et al. (1997) Evidence-based medicine: how to practice and teach EBM. Churchill Livingstone.

U.S. Department of Education. What Do We Mean by «Innovation»?